Hoces del río Mira - Enguidanos
«El otoño es una segunda primavera, cuando cada hoja es una flor.» -Albert Camus.
Estamos en otoño, esa época del año donde dejamos atrás el abrasador verano y pasamos con las primeras lluvias y la bajada de temperatura a unos paisajes maravillosos. El cambio de color de las hojas de los árboles y el olor a tierra mojada; vuelve otra vez el agua a transitar sosegada -o no- por los cauces de los ríos…en fin una maravilla para los sentidos.
Y llegadas estas fechas hay que buscar paisajes que reflejen esos ocres, esos amarillos y rojizos, tal como encontraremos en el cauce del río Mira.
Mira es una pequeña población de Cuenca de poco mas de 900 habitantes, situada en la falda de un monte en plena Serranía Baja. El origen del nombre no está del todo claro; según algunos se otorga a mira en las fortalezas antiguas, es decir, obra que por su elevación permitía ver bien el terreno. También podría venir de la palabra hebrea Schamira, "guarda, centinela, custodio"; y de ella se quedó en Mira. Mucho más reciente se asegura que Mira es uno de los hidrónimos ibéricos cuyo significado sería "El río". Por su parte Francisco Piqué piensa que su origen estaría en el antropónimo de Banü Amira, uno de los linajes que durante los primeros tiempos de la islamización tuvieron una importante presencia en la región de Santaver, región a la que por entonces pertenecía todo el territorio de Mira.
La vegetación autóctona está representada por pinos, abundante matorral mediterráneo y plantas aromáticas silvestres. Los cultivos agrícolas más destacados en Mira son los viñedos, almendros, frutales y olivos. También se cultivan cereales como el trigo y la cebada, y abundantes huertas cercanas al río Ojos de Moya que cruza el pueblo (denominándose a partir de ahí como río Mira) y riega los campos hasta desembocar en el embalse de Contreras.
De tiempos de la dominación musulmana queda el sistema de regadío de las huertas que mantiene su estructura original sin sufrir apenas cambios, pero en lo alto del cerro a cuyos pies se halla el pueblo hubo un castillo, enclave defensivo del paso hacia Valencia.
Desde esa época ha pasado la localidad por múltiples vicisitudes, dependiendo de los moros, del arzobispo de Toledo, de los señores de Albarracín, del Concejo de Teruel, de la Villa y Tierra de Requena, etc, hasta que el en 1537 Carlos I la otorga jurisdicción propia.
Los siglos XVII y XVIII consolidan la población y su urbanismo, es cuando se construye el edificio del Ayuntamiento en la Plaza de la Villa y la iglesia parroquial en honor a la Asunción de Nuestra Señora. Actualmente en el cerro donde estaba el castillo, solamente queda la boca de un gran pozo que cuenta la leyenda que desde él se inicia un túnel que baja por el interior de la montaña hasta el río Mira. Ese pozo es conocido en el pueblo con el nombre de Pozo Mortero.
Como en el resto de la comarca el siglo XIX lo marcó la invasión napoleónica y las guerras carlistas, mientras que el siglo XX, tras la guerra civil y el período posterior de actividad de los maquis, la despoblación hacia ciudades como Valencia y Barcelona fue el elemento predominante.
Y ahora vamos con nuestra actividad senderista, que en este caso será un precioso paseo.
Las hoces del río Mira, afluente del río Cabriel, son una serie de cañones con forma de hoz que se han ido creando a lo largo del tiempo por erosión en una zona de roca caliza. Se trata de un espacio de interés ecológico con una abundante vegetación sumergida, que sirve de base ecológica para albergar una rica fauna piscícola. También alberga una extensa y rica vegetación rupícola y de ribera, que acoge a multitud de especies animales, propias de la serranía (ciervos, jabalíes, azores, águilas imperiales, buitres leonados, zorros, tejones, garduñas…)
Partiendo desde la propia localidad y, caminando paralelos al río, recorreremos el Paseo botánico Hoces de Mira, ascenderemos a la parte alta de los farallones para contemplar el paisaje desde el mirador Pozo de las Ánimas. Descenderemos y continuaremos hasta llegar al viaducto del ferrocarril Valencia – Cuenca. Con cinco grandes arcos, todos ellos iguales, y un sexto de menor tamaño, la estructura salva el vacío que deja el cauce encañonado del río Mira, a pocos metros de un poblado abandonado, conocido por Villa Paz.
Desde aquí cambiaremos el margen del río regresando sin prisa pero sin pausa al pueblo para tomarnos un refresco y visitar los monumentos del mismo.
INFORMACIÓN DE INTERÉS
Salida desde TOMELLOSO en c/ Amalia Cepeda, 10 (Domicilio Social de Tomesenda).
Estar atentos a un posible cambio de ubicación por obras en la calle Francisco García Pavón.
Domingo 05/11/2023 a las 07:00 Horas.
Aun siendo la ruta sencilla, hay que llevar calzado apropiado, preferible bota alta y bastones.
Tanto el desayuno y la comida los haremos en ruta, de mochila. Llevarse alimentos y agua suficientes.
Distancia 22 Km de DIFICULTAD física y técnica BAJA-MEDIA.
Hora estimada de salida para el regreso: 17:00 Horas.
Pilar y Juan José.